Todo aconteció en este mes, a partir del inevitable confinamiento, una condición que no es local sino global y que no tiene precedentes en la historia moderna. El 2 de abril fue presentada oficialmente por RTVE al mercado español como una producción de confinados por el Covid-19, realizada en la casa de cada actor, utilizando solo un kit de rodaje básico, un móvil iPhone, un trípode y un par de micrófonos. Género, una comedia de situación; y nombre formal:Diarios de la cuarentena.
El creador de la idea, Álvaro Longoria, director, productor cinematográfico, y actor español, fundador de Morena Films, apoyado por la dirección deÁlvaro Fernández Armero (Todo es mentira; Si yo fuera rico, Vergüenza) y el ibicenco David Marqués (escritor de Campeones y director de Dioses y perros) se han puesto al frente de la producción. Los protagonistas: José Luis García Pérez, Petra Martínez, Carlos Bardem, Fernando Colomo, Gorka Otxoa, Carlos Areces, Adriá Collado, Víctor Clavijo, Cristina Alarcón, Fele Martínez, Montse Plá, Mónica Regueiro, Carmen Arrufat, Juan Margallo y Cecilia Gessa.
Ocho episodios de media hora, grabados en 10 casas, con sus dueños como personajes. La sitcom nació y llegó al horario central de la 1 de TVE con la velocidad del rayo. El 7 de abril fue su debut. Treinta minutos semanales en el primetime en la siempre competitiva TV abierta española, mostrando con esos escasísimos recursos de producción la convivencia llevada al borde mismo, es decir realidades y padecimientos que hay en cualquier casa, en cualquier lugar del mundo.
En los tres capítulos que lleva al aire (este martes 21 fue a pantalla el tercero), Diarios de la cuarentena, atrapó una audiencia promedio de 1.400.000 personas en televisión abierta, muy interesante audiencia si se tiene en cuenta el nivel de competencia del horario y los niveles de inversión requeridos para la producción.
La idea, el formato, ha atrapado rápidamente a productoras y televisoras de otros países. El primero, el que ha hecho la punta, ha sido Borsalino Films, adquiriendo el formato para adaptarlo en el país galo y en los territorios francófonos. RTVE le sumó luego otro acuerdo, esta vez en México, mientras sigue negociando con empresas de EEUU y otras tres televisoras de Europa.