
'Esta es una historia de solidaridad, amor y esperanza, a la memoria de quienes han perdido la vida, a quienes arriesgan la suya para protegernos y a todos los que viven penurias, escasez e incertidumbre… El sol saldrá de nuevo, siempre lo hace…'
Así presenta su producción La Peste del Insomnio, de poco más de 15 minutos, el periodista, cineasta y productor venezolano, Leonardo Aranguibel.
En poco menos de dos meses, una treintena de actores latinoamericanos, de siete países diferentes, aportó, de forma virtual y desinteresada (no hay nada de comercial en la iniciativa), su tiempo, voz y talento para dar forma a un emotivo cortometraje —que nadie hubiese podido imaginar como recurso audiovisual antes del Covid—, referencial de la crisis que vive hoy el mundo. Aranguibel logra hacer coincidir presente y literatura echando mano a textos de Gabriel García Márquez y a su obsesión por las pestes.
En Cien años de soledad aparece la llegada a Macondo de la “peste del insomnio”, un raro mal que vaciaba la memoria de los infectados. Les anulaba el sueño y hasta la posibilidad de recordar identidades, pensamientos, objetos, hundiéndolos en un sopor de olvido, parecido a la muerte. Los pobladores no encontraban otra forma de combatirlo que el confinamiento. Ante lo que consideraba inevitable, José Arcadio Buendía se decide por un recurso infantil: rotular todo para reconocer cada cosa el día que llegara la enfermedad.
El creador y realizador de la pieza apela a las coincidencias para traer a la actualidad el realismo mágico del genio colombiano. A Macondo no lo azota un virus que acaba con la vida como el Covid pero sí una peste que devasta la conciencia y los recuerdos. La población reacciona: urgencias en las familias para conocer más de la enfermedad; recomendación para que los extraños no entren al pueblo y, como la peste encuentra su gran avenida por la boca, prohibición de comer y beber para los extraños que no acataban la sugerencia. Nada fue inútil. "Tan eficaz fue la cuarentena, que llegó el día en que la situación de emergencia se tuvo por cosa natural, y se organizó la vida de tal modo que el trabajo recobró su ritmo y nadie volvió a preocuparse por la inútil costumbre de dormir”, escribe el inmortal Gabo.
El proyecto solidario y sin ánimo de lucro, auspiciado por la Fundación Gabo, contó con el aporte hecho desde sus propias casas, de famosos y reconocidos talentos del audiovisual en español, como Ricardo Darín, Adrián Suar, Leonardo Sbaraglia, Lorena Meritano, Gustavo Garzón, Carla Quevedo, Florencia Raggi (Argentina); Manolo Cardona, Ana María Orozco, Marcela Mar, Andrés Parra, Julián Román, Maricela González (Colombia); Yoandra Suárez (Cuba); Héctor Bonilla, Dolores Heredia, Damayanti Quintanar, Gabriela Roel, Leticia Huijara, Irán Castillo (México); Rebeca Alemán, Mariaca Semprún, María Alejandra Martín, Iván Feo, Javier Vidal, Julie Restifo (Venezuela); Paulina García, Benjamín Vicuña, Luis Gnecco y Francisco Reyes (Chile); y Alicia Braga (Brasil).
La música de La Peste del Insomnio, perfecta para ambientar una cinta cimentada en las emociones, fue creada por el compositor argentino, Sergei Grosny.
FICHA TÉCNICA
Leonardo Aranguibel (Concepto, guión y dirección)
Marco Colantoni (Dirección técnica y montaje)
Miguel Oldenburg (Dirección de arte)
Sergei Grosny (Música original)
Edward Thomas (Animación 3D)
Nerio Barberis y Matías Barberis (Diseño de audio)
Cabe Bossi, Lucila Hertzriken Silvia Durán, Oscar Godoy y Mariano Carranco (Producción general).


